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La expedición KT3D continúa. Siempre hacia el oeste.

Acabamos de volver de otro de esos lugares remotos i desconocidos, uno de aquellos que solo por su nombre ya suena a aventuras de navegantes míticos, poblados nativos con tradiciones ancestrales y una fauna marina espectacular: el Reino de las islas Tonga.

Las islas Tonga están situadas aproximadamente a medio camino entre la Polinesia francesa y Australia, en el Pacífico sur. Las forman un total de 170 islas de las cuales tan solo 36 están habitadas. Estas están distribuidas en 4 archipiélagos sur-norte a lo largo de una importante falla tectónica submarina de 7.000 metros de profundidad:

Tongatapu, Ha´apai, Vava´u i Niuas.

Tonga es la única nación de las islas del Pacífico que evitó la colonización europea formal y la única también regentada por una monarquía soberana.

Escogemos el archipiélago de las Vava´u por 2 motivos del espíritu de nuestro viaje:

Por un lado, por la forma, situación y orientación de estas islas nos parece un buen sitio para intentar otro vuelo en globo.

Por otro lado estas islas, en esta época, son el hogar de una especie de ballenas y nos gustaría verlas y si fuera posible incluso nadar e interactuar con ellas en su propio medio.

Queremos disfrutar de las Tonga en sus 3 dimensiones: por tierra, mar y aire.

Durante los primeros días de navegación por estas islas vamos conociendo otros navegantes.

Con algunos hemos ido coincidiendo a lo largo de toda nuestra ruta y nos hace ilusión cada vez que, después de muchas millas, nos reencontramos y compartimos nuestras odiseas. Con otros es la primera vez que coincidimos. Todos ellos muy diferentes, de procedencias muy diversas, con las más variadas embarcaciones y con motivaciones de viaje bien distintas. Pero todos ellos, todos nosotros, con un mismo espíritu de aventura y de estima por el mar.

Ya lo habíamos leído, y hablando con los otros navegantes se corroboran las Vava´u como uno de los paraísos para los navegantes a vela. Hemos hablado con algunos que después de una o incluso varias vueltas al mundo deciden pararse aquí y pasar, si no toda, una larga temporada. Nunca podemos hablar de un asentamiento definitivo cuando hablamos de estos nómadas del mar.  

Aquí conocemos a gente tan interesante como “El holandés errante”, Humbert, un catalán de Calafell, de origen holandés que lleva más de 9 años navegando en solitario por todos los océanos.

O a Eduardo y Pilar, una pareja que llegaron aquí en su velero hace ya unos 30 años y, fascinados por la belleza de este lugar se instalaron en una de estas islas desiertas, concretamente en la isla de Tapana en una sencilla cabaña que se construyeron ellos mismos en plan Robinson Crusoe. Con el tiempo, la cabaña se fue convirtiendo en una especie de chiringuito/restaurante en el cual ofrecen comidas, especializados en paellas aprovechando las dotes de cocinera valenciana de Pilar y también un poco de show musical gracias a las dotes de músico y cantante de Eduardo.

Con el tiempo el “Restaurante La Paella de Tapana” se ha ido haciendo más conocido entre el “mundillo” de los navegantes y se ha convertido en parada obligatoria para disfrutar de una noche especial en un lugar mágico y en compañía de esta areja tan entrañable.

Y de hecho será aquí, en Tapana, donde conseguiremos hacer realidad nuestro sueño de volar en globo por primera vez en la historia de las Tonga.

Por su situación nos parece que, con los alisos de SE que suelen soplar, Tapana puede ser un buen sitio para despegar y intentar aterrizar en algún punto de la isla principal de Vava´u. Eduardo se ilusiona tanto o más que nosotros frente a esta oportunidad de hacer historia especialmente desde ésta “su isla”. El primer problema es que ni siquiera hay espacio físico para hinchar el globo. Le damos la vuelta a la isla pero con los cambios de la marea no vemos ninguna opción en las playas. Tan solo un pequeño claro entre palmeras nos permitirá hacer un intento de hinchar el globo aunque sea tocando la vegetación por todos los lados.

El siguiente inconveniente será la intensidad del viento. Día tras día y noche tras otra los alisios soplan sin parar. Tenemos un viento sostenido de unos 30 km/h con el cual no vemos claro el despegue.

Finalmente, una tarde nos decidimos a hacer un intento con las últimas luces del atardecer. Tras muchas dificultades en el hinchado, tanto por el reducido espacio como por el viento, como también por la poca potencia del butano, finalmente el globo Kon-Tiki se eleva basculante entre palmeras hasta que se estabiliza sobre el mar, dejando atrás Tapana en un magnífico vuelo a la puesta de Sol, sobrevolando otras 3 islas hasta llegar a la isla principal de Vava´u. Aterrizamos en la selva, cerca de un poblado, quienes nos vienen a dar la bienvenida y a ayudar sorprendidos por este extraño aparato volador que ha pasado sobre sus cabezas y que nunca antes habían imaginado ver tan de cerca.

Es una de esas situaciones emocionantes, en las que uno se siente un poco descubridor, satisfecho de haber hecho realidad otro sueño que a priori podía parecer un imposible. No se había hecho nunca. Por qué ? por que era imposible o por que no se había intentado por que parecía imposible ?

Una vez cumplido con creces nuestro objetivo de volar, concentramos esfuerzos en buscar las “humpback whales”, las ballenas jorobadas.

Las ballenas jorobadas viajan cada año desde la Antártida hasta aquí, concretamente hasta el archipiélago de las Vava´u para “educar” a sus crías.

Esta especie es la que realiza un trayecto de migración más largo de todos los mamíferos. El avistamiento e incluso el baño con estos impresionantes animales se está convirtiendo en uno de los atractivos turísticos de estas islas. Diferentes operadores, no sin cierta polémica, están ya ofreciendo esta actividad.

Nosotros decidimos buscarlas por nuestra cuenta. Casi cada día de navegación podemos observar alguna de estas ballenas saliendo a superficie, pero siempre desde cierta distancia. Estos enormes mamíferos pueden realizar inmersiones de hasta 30 minutos. Finalmente nos llega el premio a nuestra persistencia. Después de todo un día observando a una ballena madre con su cría, conseguimos acercarnos con nuestro “dingui” y nos lanzamos al agua con los equipos de snorkel. La experiencia de nadar con estas enormes criaturas es difícil de expresar con palabras. La madre debe medir unos 12 metros de longitud y un peso estimado de unas 20 toneladas. Después de unas 2 horas de interacción sobretodo con la cría, ésta va cogiendo confianza con nosotros y llegamos a acariciarla por toda su barriga, cogerla por las aletas pectorales e incluso por su majestuosa cola !! Alucinados, llegamos a la conclusión de que, como mamíferos emparentados que somos, este “bebé” de más de 4 metros i 5.000 kg de peso, disfrutaba jugando con nosotros tanto como nosotros con él.

Unos días más tarde, en otra inmersión, disfrutamos durante más de una hora de los también famosos cánticos de las ballenas. Los machos solitarios de esta especie emiten unos cantos realmente impresionantes para lucirse y atraer así a alguna hembra. Pueden estar durante horas cantando estas melodías submarinas que, debido a la conductividad de las ondas sonoras a través del agua, se pueden llegar a oír desde varios kilómetros de distancia.

Para nosotros, el hecho de estar buceando, oyendo estos harmónicos y potentes sonidos bajo el agua, sin llegar nunca a ver la criatura de donde provenían, fue también una experiencia que nos quedará grabada en la memoria para siempre.

Replanteando la ruta

Acabada nuestra estancia en las islas Tonga nos vemos obligados a replantear la ruta a seguir a partir de ahora.

Teníamos previsto hacer una etapa en Papua y después recorrer tranquilamente Indonesia antes de enfilar hacia Sri Lanka y entrar en el Mar Rojo para ir a buscar el Mediterráneo a través del canal de Suez .

Pero todos los navegantes que hemos ido encontrando en nuestro camino e incluso advertidos por la Marina española, desaconsejan totalmente este itinerario debido al alto riesgo de ataques por parte de grupos de piratas especialmente en la zona entre Somalia, Eritrea y la entrada sur del Mar Rojo.

Así, la única alternativa es una navegación más directa por el Indico sur una ve pasemos el estrecho de Torres al noreste de Australia hasta Mauricio y Sudáfrica.

Y este trayecto tenemos que realizarlo cuanto antes y más directo mejor, sin paradas, para evitar la época de los ciclones de esta parte del océano.

Nos da rabia tener que perdernos esta arte de mundo tan interesante pero poniendo en la balanza el factor seguridad ha tenido un mayor peso.

La vuelta por Sudáfrica y remontar todo el Atlántico de sur a norte supone muchas más millas de las previstas pero estamos seguros que también nos aportará otras aventuras tanto o más interesantes.

La Expedición KT3D, la vuelta al mundo en velero + globo continua. Disculpad que no tengamos la información debidamente actualizada. Tenemos también problemas con el sistema de posicionamiento SPOT, que no tiene cobertura en algunas de las zonas más remotas y por esto no podemos mostrar el track en tiempo real. Otro cambio importante es que hemos modificado la ruta de esta segunda mitad del viaje debido principalmente a los informes de ataques por parte de grupos de piratas en la zona de Somalia, renunciando a toda la  parte de Indonesia por el bien de la seguridad. Actualmente estamos en Fiji. Nuestro próximo destino será Bali y desde allí daremos un gran salto hasta Mauricio para llegar después  a Durban, Sudáfrica, pasando por Madagascar. En breve os pondremos al día con 4 líneas y fotos sobre la etapa de las islas Tonga donde pudimos realizar un increíble vuelo en globo y nadar con las ballenas. Pronto colgaremos fotos!

La expedición KT3D continúa. Después de unas semanas fondeados en Tahití, donde el Bora Bora ha aprovechado para descansar y ponerse a punto para afrontar la segunda mitad de esta vuelta al mundo, finalmente nuestro velero arranca, en busca del alísio, siempre hacia el oeste.

Ahora es Quim, junto con Anna y Marta como tripulantes, quienes navegan dirección a Australia. Después de la simbólica parada en la isla que inspiró el nombre de nuestro velero, la mítica Bora Bora, las dificultades vuelven a aparecer en esta aventura. La avería que provocó la vía de agua en el canal de Panamá ha vuelto a aparecer. Tenemos que volver a sacar el barco del agua y pedir algunos recambios que tendrán que enviarnos desde Tahití.

Con este retraso acumulado Quim se ve obligado a salir en dirección a las islas Cook a pesar del mal tiempo. Fuertes vientos y tormentas son la tónica habitual de estos días. Hasta el punto de que una ola ha arrancado la barbacoa que llevábamos instalada en la barandilla de cubierta y la ha lanzado al mar. El temporal impide incluso la entrada en el puerto de Palmerston (Cook) y tienen que continuar navegando hasta el próximo archipiélago de las Niué.

Si no surge ningún otro imprevisto parece que el Bora Bora llegarà justo a tiempo para la próxima incorporación, la próxima semana en el Reino de Tonga, donde se incorporarán Mercè i Àngel.

Seguiremos informando!!!

Ahora mismo el Bora Bora se encuentra fondeado en Tahití.

A finales de junio zarpará de nuevo en dirección Oeste, pasando por varias islas y atolones rumbo al norte de Austrália.

El viaje continua!!!

Aun hay disponibilidad de plazas en alguna etapa... si quieres aprovechar esta oportunidad de participar en la KT3D no te lo pienses más y contactanos ya!!!

Tierra!!! Finalmente después del esfuerzo viene la recompensa!!!

Llegamos a las Islas Marquesas!!! No ha sido posible realizar el vuelo en globo en el Pacífico... pero hemos completado con éxito la reproducción de la travesía de la KON·TIKI!!!

Hoy récord de distáncia!!! 170 millas en 24 horas!!! Como dice aquel... “No hay mal que por bien no venga”!!! Las tormentas han dado paso a vientos sostenidos que han hecho volar al Bora Bora!

Los vientos nos sonríen y la navegación por fín se hace intensa y divertida. Avanzamos a buen ritmo y los ánimos ser recuperan. Es el momento de empezar a pensar en buscar la ocasión para intentar hinchar el globo en alta mar, para empezar a ver realmente a qué nos enfrentamos en este aspecto.

La calma persiste y tenemos que reprogramar el trayecto. Ponemos rumbo a Galápagos, las últimas islas habitadas que encontramos antes de Raroia. A trabés de Susanna de KON·TIKI contactamos con las autoridades de las islas que, después de explicarles la situación, acceden a dejarnos atracar y repostar gasoil y agua dulce en Isla de Santa Cruz. Tocamos tierra el tiempo justo para llenar tanques y zarpar de nuevo, rumbo a las Marquesas.

Iridium SMS:

“Aún poco viento. Hacemos baños en marcha, enganchados a una cuerda. Esta tarde rondava una aleta de tiburón a cinco metros de nuestro barco. Glups!!!”

Calma

Llevamos tres días de navegación y mar en calma. Son condiciones agradables que nos permiten pescar y disfrutar de la fauna marina; hemos podido avistar tortugas marinas, delfines, ballenas y peces espada, pero tenemos poco viento para la navegación y la velocidad es escasa. Más a menudo de lo que quisiéramos tenemos que recorrer al motor para poder cumplir con los tiempos previstos en las etapas.

Iridium SMS:

“Salimos!!! La reparación aguanta y la meteo en calma. Rumbo a Raroia!”

Regreso al agua

Acabamos de poner el barco de nuevo en el agua después de tres días de reparaciones.

El tema era grave pero no lo quisimos decir antes porque vimos peligrar la continuidad de la expedición.

Hemos tenido la gran suerte de contar con la habilidad de Mateu para improvisar, reciclar y fabricar piezas que aquí era imposible encontrar. Sus conocimientos y habilidades en mecánica, fibra de vidrio, resinas, etc. y su espíritu de no rendición ha sido crucial para salvar este importante percance que a punto ha estado de costarnos la retirada.

Estamos cansados, pero si en unas horas de prueba no entra agua en el casco, nos vamos, aunque sea sólo a fondear fuera de aquí, y si todo está bien mañana arrancamos hacia el Pacífico. Si salimos mañana será con tres días de retraso respecto al programa previsto. Ahora todo dependerá del viento, tenemos treinta días justos para llegar a tiempo a Raroia, donde arribó la KON·TIKI original. Puede ser que esta sea la última ocasión que tenemos de mandar un mensaje a través de internet hasta dentro de 4000 millas, en Polinésia.

Mañana os confirmaremos si arrancamos por mensaje SMS a través del teléfono vía satélite.

Tenemos una vía de agua

La alarma se dispara cuando comprobamos que tenemos un problema grave y que si no lo solucionamos podría comprometer la continuidad de la expedición. Llevamos a cabo una inspección a fondo y descubrimos daños en el eje de la hélice. Probablemente lo que golpeó la quilla debía ser algo grande, un troco, una caja, carga a la deriva… algo suficientemente duro como para causar daños graves al barco.

Lo primero que hacemos es buscar un puerto donde amarrar y preparar la extracción del barco del agua a un varadero seco para poder efectuar las reparaciones del casco desde fuera, desmontar la hélice, el eje y lo que vaya surgiendo… Nuestra sorpresa es mayor cuando comprobamos que para la autoridad portuaria no somos prioritarios y quedamos fondeados a la espera de turno para la grua del puerto!!!

Montamos un sistema de guardias de día y noche para vigilar el funcionamiento de las bombas de achique que van evacuando el agua del interior del barco.

Finalmente con el barco fuera del agua evaluamos los daños y nos ponemos manos a la obra. Desmontamos y pedimos recambios de las piezas pero nuestra suerte aún no nos va a sonreir… no existe manera rápida de tener los repuestos y los existentes son de paso americano y nosotros tenemos el sistema métrico europeo…

Paso del Canal de Panamá

Después de la partida de los tripulantes de la etapa de San Blas nos preparamos para llevar a cabo el paso del Canal de Panamá. Ahora el tema cambia, nos quedamos Angel, Miquel, Quim y Mateu para afrontar la etapa que recrea la travesía de la KON·TIKI original. Empezamos con el papeleo y los trámites y esperamos turno para entrar en las enclusas. Tenemos que salvar un desnivel de 30 metros entre un océano y el otro, a través de canales y compuertas compartiremos compartimiento con un barco mercante y dos veleros más. La facilida de este tramo tendrá su recompensa negativa al llegar al otro extremo. Durante el trayecto chocamos con algo bajo el barco y para el motor. Hacemos las comprobaciones rutinarias de mecánica y Angel se echa al agua para revisar la hélice. Todo parece estar bien, el motor arranca y seguimos nuestro camino.

Unas hora después, Quim baja a camarotes y descubre con horror que la sentina está inundada, tenemos una vía de agua.

La expedición llega a Panamá City donde les espera un contacto panameño, Rigo, y empieza la aventura desplazando a todo el equipo en un vehículo 4x4, atravesando las montañas de la comarca de Cuna Yala. El vehículo les llevará hasta el Bora Bora, donde les espera Mateu, que ha venido navegando desde Colombia hasta Carti.

Una vez instalados, el Bora Bora pone rumbo a descubrir algunas de las 365 islas que forman el archipiélago de San Blas, de las cuales sólo 35 están habitadas.

El archipiélago lo gobiernan los indígenas kunes, todas tienen un propietario y es este el responsable de su legislación, que dicta su propio congreso.

Los indígenas que están en las islas habitadas viven en cabañas de caña con el techo de hojas de palmera. Las mujeres visten vestidos tradicionales, con la típica “mola” (pieza de tela que llevan ajustada al cuerpo como si fuera un corsé) y sus diseños se basan en plantas y animales del entorno con palmeras, peces, etc. Además lucen brazaletes y un aro en la nariz.

Los kunes tienen su propio idioma, la mayoría de ellos no habla el español. Sus condiciones de vida son bastante precarias; no tienen electricidad, no cultivan productos de la tierra ni tienen prácticamente animales de granja. El agua dulce la extraen de pozos naturales que les permite tener un mínimo de higiene personal aunque insuficiente para evitar algunas enfermedades de la piel en los niños más pequeños.

Los kunes son muy meticulosos con sus tradiciones, hasta el punto de creer que una foto directa a su persona les roba una parte de su alma e identidad.

Cada mañana, los hombres salen a pescar, y con unos utensilios muy rudimentarios, pero con unas capacidades físicas espectaculares, bajan en apnea a profundidades de veinte metros para pescar langostas y otras especies de peces muy apreciadas por ellos (pargo rojo, ballesta, etc.) Nada más pescarlos, van a vender el pescado aún vivo a los veleros fondeados en las islas.

Algunos de los miembros de la expedición pudieron acompañarlos en un día de pesca en su “kayuko” (canoa de madera construida de un solo tronco macizo vaciado por dentro). Pescaron 22 langostas y algunos peces, mientras a su lado les sorprendía una familia de delfines con los que casi podían nadar.

Las familias kuna tienen capacidad de ser autosuficientes y la tripulación del Bora Bora ha intentado hacer lo mismo viviendo su día a día con sus propios recursos: pescando peces, langostas, etc. haciendo fuego en el suelo para cocinarlos, y tampoco podían faltar los cocos que cogían directamente de las palmeras, que cubrían todas las islas.

El Bora Bora ha navegado por las diferentes islas, algunas habitadas por pequeños poblados kuna y otras totalmente deshabitadas, siempre intentando ser el máximo de autosuficientes posible, tanto en la comida a través de la pesca, en el desplazamiento del barco a vela, en la energía del velero utilizando placas solares y generadores eólicos.

El día les permitía hacer snorkel y acercarse a los arrecifes de coral, disfrutando del paisaje submarino, donde además de miles de peces de colores, pudieron ver mantas, tiburones, tortugas, langostas, peces escorpión, etc.

Como anécdota y debido a que el motor del bote auxiliar estaba estropeado ya desde Colombia, los expedicionarios, cansados de remar cada día, improvisaron un invento, poniendo el ventilador del globo como mecanismo de propulsión del bote como si fuera un overcraft.

El invento, aunque no era la mejor solución, funcionó durante un rato y fue divertido.

El grupo decidió de manera improvisada acompañar al Bora Bora desde San Blas hasta Colón, entrada del Canal de Panamá.

Esto supuso una travesía nocturna de doce horas de navegación a mar abierto. Una experiencia única para la mayoría de tripulantes que venían mentalizados tan solo de navegar entre islas.

En Colón tendrán que realizar los trámites para cruzar el Canal de Panamá. También esperarán allí la llegada de Miquel, cuarto tripulante que, junto con Angel, Mateu y Quim, llevarán a cabo la siguiente etapa que le espera al Bora Bora.

La etapa estrella para ellos, reproduciendo la ruta original de la KON·TIKI

Que tengan mucha suerte!

Pep, Sílvia, Ferran, Joana y Mercé han tenido la suerte de compartir y vivir la experiencia de una de las etapas de la vuelta al mundo de la Expedición KT3D.

Después de unas semanas con base en Martinica, hoy Mateu zarpa en dirección a Panamá.

En un principio estaba previsto que realizase esta etapa en solitario pero finalmente ha contactado con unos tripulantes a última hora que le acompañaran.

El día 10 de febrero se incorporará Quim junto con tres parejas más para hacer la etapa del archipiélago de San Blas.

Diecinueve dias a través del Atlántico, de Canárias al Caribe en velero

Tal y como estaba previsto, la expedición KT3D zarpó de Lanzarote el día 23 de noviembre con el reto de curzar el Atlántico y llegar a la isla caribeña de Martinica.

Como era de esperar, la travesía tuvo de todo, momentos de calma, momentos de mala mar, pero sobretodo conseguir la primera gran etapa del viaje. El Atlántico no dejó indiferentes a los tripulantes del Bora Bora. Para Xavi M., Xavi R. y para Mateu, era la primera vez. En cambio para Quim era su décima travesía del Atlántico.

La travesía del Atlántico empezó con muy poco viento, debido a una baja presión que les hizo la puñeta y les dio vientos del tercer cuadrante, obligandoles a ganar Sur para poder encontrar los vientos alíseos, el verdadero motor de su travesía.

A partir de ese momento, el Bora Bora empezó a devorar millas y la vida abordo se hizo mucho más agradable porque avanzaban rápido y por el optimismo que genera el buen tiempo en general.

Los dias eran calurosos y por ese motivo durante el día iban vestidos tansolo con camiseta y pantalón corto, y de noche con un jersei. De todas formas, las nubes que había en mitad del Atlántico les daban un poco de lluvia cada día y a su vez les obsequiaba con maravillosos arco iris.

Noche accidentada en San Xavier

Tuvieron tiempo de comprovar cómo de dócil se puede llegar a presentar un océano tan grande como este, llegando incluso a bañarse en medio de una encalmada. Pero tambien comprovaron lo fuerte y peligroso que puede llegar a ser, una noche en que el viento aumentó mucho su intensidad.

Vientos sostenidos de 40 nudos, con rachas de 50, fue el regalo que el Atlántico tenía previsto para el día de San Xavier, día en que dos de los tripulantes celebraban su santo. Para más emoción, lo peor fue por la noche, cuando era imposible ver acercarse las olas, pero que se oían justo al lado y las maniobras con los frontales eran complicadas por la poca capacidad de visión.

En cubierta el ruido era terrible. El viento y la fuerte lluvia no dejaban escuchar nada más que no fuera el silvar del viento entre los obenques, pero en el interior del velero el ruido era ensordecedor. Esto hizo que en una ocasión en que estaban realizando el tercero y último rizo a la vela mayor, Xavier R. saliera de su camarote con las manos en la cabeza creyendo que habían perdido el mástil y que el velero iva a la deriva. Por suerte nada de eso había sucedido, pero tantas horas sin descansar pueden hacer que los tripulantes se despierten a media noche despues de una noche de pesadillas sin saber qué ha pasado en realidad y qué ha sido un sueño.

Todo va bien si acaba bien

Esto daba sentido a la aventura que todos buscábamos, un poco de miedo en el cuerpo para hacer circular adrenalina. Todo va bien si acaba bien, y al cabo de unas horas todo volvia a estar bajo control y muy cerca de nuestro objetivo: llegar.

Los vientos alíseos empujaron al Bora Bora hasta el final, obligando a la tripulación a estar atentos a las nubes que siempre provocaban pequeños roles en el viento y una fuerte subida de intensidad, cosa que duraba un rato, pero que podia llegar a ser peligrosa si no se estaba atento.

Decinueve dias de mar y cartas de soporte

Pescaron "dorados", divisaron tortugas, delfines y una ballena. En diecinueve dias que duró la travesía, vieron tan solo dos barcos, tuvieron tiempo de leer mucho y de jugar a las cartas y al domino.

Para no perder el contacto con el mundo exterior, llevaban un teléfono Iridium via satélite con el cual podían hablar y enviar mensajes de texto a la família. La radio BLU tambien servia para que los fines de semana pudieran sintonizar los partidos de futbol de RNExterior y conocieran los resultados de las elecciones catalanas, entre otras cosas.

Los familiares de los noveles Xaviers les entregaron, antes de partir, un paquete de 20 sobres cerrados a cada uno, para que fueran abriendo uno cada día de travesía. Así, fueron leyendo cartas de soporte, ánimo, o de amor, según quien fuera el remitente. Un bonito detalle que agradecieron mucho en algún momento.

La convivéncia fue excelente entre los cuatro tripulantes y llegaron, después de diecinueve dias de navegación, contentos y sin graves desperfectos en el velero. Otra prueba superada!

Después de pasar unos dias en el archipiélago canario hemos podido recuperar fuerzas, comprar provisiones y hacer algunas pequeñas reparaciones. Hoy dejamos las islas atras y empezamos la primera travesía de larga distáncia de la Expedición, la travesía del Atlántico!!!

El lunes día 19 nos hemos incorporado a la expedición para pasar unos pocos días en el Bora Bora antes de que zarpe para cruzar el Atlántico.

La anterior tripulación que acompañó a Quim y Mateu cruzando el estrecho, formada por Helena, Jordi y los 2 Carles ya han desembarcado.

Ahora, Nacho, Núria, Mercè y Angel les tomamos el relevo para disfrutar de unos días de navegación tranquila en las costas de Lanzarote y Fuerteventura, visitando Isla de Lobos, pescando, buceando y ayudando en los últimos preparativos para el cruce del Atlántico.

A finales de semana se incorporan los 2 valientes navegantes que acompañarán a Quim y Mateu en la travesía. Son Xavier Mayoral i Xavier Roure.

Les damos el relevo y les despedimos con emoción y envidia.

Buena suerte amigos!!!

VIA DE AGUA

La meteorología se complica y la mar está bastante movida.

Detectamos un problema abordo. Aparece agua dentro del barco, y lo más grave es que no sabemos por dónde entra...

Después de revisar todas las posibilidades, Mateu averigua que el agua no es salada y que proviene de un depósito interior. Solventamos el problema.

Finalmente conseguimos pasar el Estrecho de Gibraltar gracias al motor del velero.

La falta de viento faborable ha hecho imposible la navegación a vela, ya que en este sitio las condiciones de tráfico marítimo son complejas.

CONCLUYE LA PRIMERA ETAPA CON ÉXITO

10:29h

El Bora Bora acaba de amarrar en el puerto de Benalmádena (Málaga).

Después de llevar a cabo la bajada del Mediterráneo con bastante mal tiempo, ahora mismo diluviando, llega puntual al final de etapa como estaba previsto.

Aquí, hoy mismo se hará el primer cambio de parte de la tripulación, desembarcan 3 tripulantes y embarcan otros 3, que junto con Quim y Mateu, deberían salir mañana para intentar cruzar el estrecho de Gibraltar y continuar hasta las Islas Canarias.

FESTA INICI DEL VIATGE DIA 1 DE NOVEMBRE

Més de 200 amics ens varen venir a acomiadar en la sortida del gran viatge des del port de l'Estartit.

Durant tot el matí, els amics varen poder visitar el veler Bora Bora amb totes les curiositats que comporta l'equipament d'un vaixell per aquest tipus de travesses (panells solars, generador eòlic, comunicacions, etc) a més de l'inusual carrega d'una cistella de globus aerostàtic, bombones, cremador, ventilador, plataforma inflable, etc, etc. per realitzar els vols en globus.

A migdia la Clara ens va preparar una fantàstica fideuà popular que va fer les delícies de tots els assistents.

I cap a les 16 h varem embarcar i deixar anar amarres.

Les 200 persones acomiadant des del moll, el moment d'hissar les veles amb la màscara de Kon-Tiki i les 10 embarcacions que varen sortir a acompanyar el Bora Bora durant les primeres milles, varen fer d'aquest un moment realment molt emocionant.

Volem agrair a tots aquests amics que varen venir a la sortida i també a tots els col.laboradors que ho varen fer possible.

Cal remarcar que la meteorologia va ajudar a que l'esdeveniment fos un èxit.

Avui fem una petita festa de celebració de l'inici de la expedició. Després de menjar una bona paella al port, el Bora Bora enfila rumb a Ses Illes.

Tot es posa en marxa, veles amunt, GPS en marxa, i també l'SPOT, un aparell que emet un senyal de GPS i l'envia a internet per tal que el pugueu seguir i saber en tot moment (si res no fall) on es troba el Bora Bora.

Seguiu-nos a través d'aquest ellaç:

http://share.findmespot.com/shared/faces/viewspots.jsp?glId=05jyqR1dp0xpZJ3WVPgkV0NNjdZLFYbCS

ULTIMES PROVES I PREPARATIUS

Avui fem la prova de la plataforma inflable que ens ha de permetre fer el vol en globus enmig de l'oceà Pacífic.

El Carles Roca ha fet una obra d'art! Ha sigut un èxit. Ara sí que ens imaginem a milers de milles de terra, inflant i enlairant el globus per fer un vol en el que tot el què abasti la vista sota nostre sigui blau, sigui aigua. Hem batejat la plataforma com a “Terra Efímera”.

Malgrat que encara ens queden moltes incògnites per resoldre; què passarà a mar obert, com aterrar, com plegar la vela sense que es mulli, …, donem la prova per bona perque no tenim més temps material.

Encara ens queden moltes modificacions al veler, estibar tot el material i preparar la festa de sortida del dia 1.