El Bages, con capital en Manresa, es una comarca situada en el centro de Cataluña, en la provincia de Barcelona. Aunque a priori puede parecer un lugar poco atractivo para el turismo o las actividades al aire libre, lo cierto es que esta comarca de interior ofrece múltiples - y espectaculares - rutas en globo.
De entrada, ofrece las vistas más espectaculares de la Montaña de Montserrat, desde su cara norte. Debido a las restricciones del Parque Natural y también de Tráfico Aéreo de Barcelona, ​​no se puede volar por encima de la montaña, pero sí sobrevolaremos la zona para ver de telón de fondo el magnífico relieve que nos deja esta mágica montaña.
Aparte de Montserrat, desde el aire podremos apreciar la historia que se respira en este lugar. El Bages nos ofrece la posibilidad de hacer una ruta medieval por construcciones románicas, góticas, renacentistas o barrocas, como el municipio de Cardona, conocido por su castillo románico presidiendo la ciudad y por las montañas de sal que le rodean. Y también rutas por las colonias textiles que encontramos en las riberas de los ríos Llobregat y Cardener, un símbolo característico del proceso de industrialización de Cataluña del siglo XIX.
Estas colonias industriales fueron mucho más que un fenómeno económico y urbano. En estos núcleos de población se desarrolló una intensa vida social, cultural y religiosa impulsada por sus propietarios, a menudo familias de la zona. De este modo, las colonias disponían, además de las viviendas de los trabajadores, de escuelas, iglesias, tiendas e incluso las más grandes una consulta médica.
El Bages, por su geografía y clima también es considerado una "isla vinícola" con denominación de origen Pla de Bages. El microclima mediterráneo de media montaña, una pluviosidad escasa y una oscilación térmica bastante acusada son idóneos para el cultivo de la vid. Las "barracas de viña", que son construcciones de piedra seca, conforman el paisaje de esta comarca y son la viva muestra de la tradición vinícola de la zona. El picapoll es la variedad autóctona más emblemática y da lugar a vinos blancos ligeros y de calidad.