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Svalbard

Svalbard: la joya noruega del Polo Norte

Svalbard

 

Más de uno al leer el nombre se habrá quedado “helado” sin saber donde ubicar este remoto lugar en el mapa. Y decimos “helado” porqué Svalbard se halla en mitad del océano Glacial Ártico, de hecho más del 60% de su superficie está cubierta de hielo.

Svalbard es un archipiélago noruego, al norte del continente europeo, situado a medio camino entre Noruega y el Polo Norte que constituye el lugar poblado más al norte de la Tierra.

Para los más curiosos comentar que Svalbard quiere decir “costas frías” y su nombre apareció por primera vez en textos islándicos del siglo XII. Fue en 1920 cuando gracias al “tratado de Svalbard” el archipiélago se anexionó a Noruega, poniendo fin a la situación existente en la cual el conjunto de islas eran “zona de nadie y zona de todos”.

Pero, con estos datos… ¿Por qué ir a Svalbard? ¿Qué se nos ha perdido en tan aislado lugar?

Svalbard és un lugar único, de una belleza hipnótica para aquellos que saben apreciar las maravillas de la naturaleza y el mundo animal. Un lugar donde perderse y encontrarse.

Con menos de 3000 habitantes a lo largo y ancho de 61.022 km2, de los cuales la mayor parte vive en Longyearbyen (la población principal del archipiélago) Svalbard se resume en una colección de curiosidades, en un territorio que aparenta no tener vida a simple vista y sin embargo está totalmente lejos de estar completamente desolado. Un lugar donde, como el nombre de Longyearbyen describe (una mezcla de inglés y noruego), el tiempo parece transcurrir más lento.

Al estar tan cerca del Polo Norte la luz y la tierra en esta zona están sometidas al extremo. Las Auroras Boreales están a la orden del día. En sus interminables noches de invierno este conjunto de islas nos maravillan con luces polares que hipnotizan, extensos valles glaciares como de otra época u otro tiempo, con un inevitable aire prehistórico en los que parece que en cualquier momento va a aparecer una manada de mamuts. Tierra libre de vegetación, de un blanco inmaculado, limpio y gélido, solo cambiante a la luz del sol.

Y qué decir de la fauna… Única y protegida como un tesoro, éste es el hogar de leones marinos, zorros, renos árticos y… como no, del oso polar, el rey de la casa. Casi dos tercios de la superficie están protegidos formando tres reservas naturales, seis parques nacionales, 15 santuarios de aves y una zona protegida especial de interés medioambiental.

Si te gusta la aventura Svalbard es inagotable, en invierno y en verano. En inverno todas la actividades relacionadas con el hielo y la nieve están a tu disposición: esquí de travesía, expediciones en raquetas de nieve, escalada en hielo, espeleología en cuevas de hielo, expediciones en moto de nieve… Y en verano y entretiempo las actividades en kayak, el trekking, las acampadas de varios días, las expediciones en barco bordeando la costa y los vuelos en globo cogen el protagonismo.

Para disfrutar de estas islas en toda su magnitud lo mejor es visitarlas en entretiempo, es decir, desde mediados de febrero a mediados de abril o desde mediados de septiembre a mediados de octubre. Son las épocas del año donde el día y la noche existen de forma equilibrada y se puede gozar de todas las actividades que ofrecen las islas.

Pero si algo atrae a los turistas a este recóndito lugar del planeta son sus curiosidades…

  • Hay un 0% de personas en paro. Sus habitantes viven mayoritariamente de la minería y del turismo: negocios, industria, actividades, restauración, hostelería…
  • Svalbard es TAX FEE, así que los productos que se compren allí saldrán un poco más baratos que en la Noruega continental.
  • Toda expedición fuera de zona poblada exige la presencia de un elemento imprescindible: un arma. Ya sea con guía o con arma propia (que se puede alquilar allí si se cuenta con permiso de armas). Y es que estamos en casa de osos polares.
  • Es el punto de partida para expediciones al Polo Norte. Esa es la razón por la que cada vez con más frecuencia este antiguo asentamiento minero recibe más aviones cargados de viajeros con ansias de pisar el lugar más extremo del planeta.
  • Svalbard es uno de los mejores lugares del mundo donde disfrutar de las Auroras Boreales.
  • Svalbard alberga la “Bóveda del fin del mundo”, un silo a prueba de terremotos, inundaciones y explosiones nucleares, donde, gracias a sus temperaturas, se almacenan las semillas prácticamente de todas las especies de cultivos que sirven como alimento. Un enclave que fue creado para salvaguardar la biodiversidad en caso de una catástrofe mundial.
  • En Svalbard está prohibido morirse. Sí, no es una broma. A principios del siglo XX debido al descubrimiento de los cadáveres de dos marineros en perfecto estado de conservación y a la propagación de la idea de que un cuerpo congelado tras la muerte podría ser curado y resucitado en el futuro, comenzó a migrar gente hacia el archipiélago con la intención de ser enterrada allí en espera del futurístico plan. Desde entonces las autoridades decidieron poner remedio y prohibir las inhumaciones en la isla, con lo cual la gente que fallece en Svalbard viaja en avión para ser enterrada en el continente o en su país de origen.

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