El globo es, estadísticamente hablando, el medio de transporte aéreo más seguro que existe. Su funcionamiento es sencillo. El interior del globo se llena de aire caliente con la ayuda de un ventilador y de un quemador de gas propano. Este aire caliente es menos denso que el aire que hay en el exterior y este es el motivo por el que el globo se eleva. Los globos aerostáticos se desplazan a voluntad del viento, por lo tanto, para volar en globo dependemos totalmente de las condiciones meteorológicas. Sólo se puede regular la altura: cuando más aire caliente más altura, cuando menos caliente, menos altura.
Los globos, al igual que los aviones, están regulados por la Dirección de Aviación Civil. Los globos son aeronaves matriculadas y como tales, pasan rigurosos controles para garantizar que todas sus partes estén en perfecto estado para volar.
Parece muy fácil y verlo es impresionante, pero todavía hay quien piensa que volar a tanta altura sin motor y sólo dependiendo de un quemador y de la velocidad del viento es peligroso. Y nada más lejos de la realidad. Esto, siempre que se cumplan las condiciones de seguridad establecidas por ley y que los pilotos tengan una vasta experiencia a sus espaldas.
Para la tranquilidad de nuestros pasajeros, un globo debe pasar una revisión cada 100 horas de vuelo, los pilotos deben someterse regularmente a exámenes médicos y valoraciones y sólo se puede volar si las condiciones atmosféricas son óptimas para hacerlo . La elección depende del piloto. A partir de los 15 km / h se considera viento fuerte para un globo y es alrededor de este límite cuando el piloto debe valorar todos los detalles para tomar una decisión.
Más allá de las condiciones meteorológicas y las revisiones del globo, los pilotos deben tener mucha experiencia al quemador. Aparte de realizar un curso, siempre en una escuela autorizada, y superar un examen tanto práctico como teórico, deberán acreditar un mínimo de horas de vuelo anuales. Además, todos los pilotos deben pasar anualmente una revisión médica aeronáutica.
La altura habitual de vuelo es de 1.000 metros. No obstante, Globus Kon-Tiki en su ruta por la Sierra del Montsec puede elevar el globo hasta los 3.000 metros. Esto es posible gracias a las características geográficas de la zona pero también a la amplia experiencia (casi 30 años y más de 5.000 horas de vuelo cada uno) de nuestros pilotos.
Una vez conocemos todos los detalles técnicos hay una serie de consejos que alguien que vaya a volar debe saber:
- En primer lugar llevar ropa y calzado cómodo. Se recomienda llevar capas de ropa ya que a primera hora de la mañana cuando se sale normalmente, hace más frío, y a medida que despega las bajas temperaturas desaparecen.
- Hemos dicho que se suele salir a primera hora de la mañana. Y no es un capricho. Es el momento que hay más estabilidad atmosférica. Después de la salida del sol se empieza a calentarse la atmósfera y el suelo y se generan más movimientos en el aire. Además, cuando el sol calienta el suelo, el aire se eleva y se producen corrientes térmicas que se deben evitar a la hora de volar en globo aerostático.
- El piloto antes de salir hará un pequeño briefing explicando a los pasajeros cómo deben comportarse durante el tiempo de vuelo. Es muy sencillo: solo tienes que cogerte durante el aterrizaje y flexionar un poco las piernas para amortiguar el pequeño golpe una vez el globo toque el suelo.